viernes, 12 de diciembre de 2014

LOS NUEVOS PARADIGMAS Y LA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA




LOS NUEVOS PARADIGMAS Y LA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA”

Por Rilda Ludmila Molina Benavides.

El presente artículo se fundamenta en el “VIII REUNIÓN NACIONAL DE CURRÍCULO Y II CONGRESO INTERNACIONAL DE CALIDAD E INNOVACIÓN EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR” (2009).

Los modelos del viejo paradigma, el dominante y hegemónico hoy, no sólo  tienen implicaciones educativas sino políticas, económicas y sociales. No da respuestas a los
problemas humanos  sino que los agrava.

Se reconoce que se ha aceptado y se sigue aceptando lo que se hace y cómo se concibe  el sistema educativo como la única realidad.

Parece claro que los problemas que afectan a la educación no tienen solución insistiendo en las soluciones que generan en realidad esos problemas. El alumnado que no consigue los objetivos que se proponen en la formación básica son la muestra más palpable de lo que decimos. Por ello insistir en el mismo modelo curricular, en el mismo modelo de organización, en el mismo modelo educativo es ir en la misma dirección y no buscar los nuevos caminos que se proponen y que al menos hay que conocer y experimentar.

Comprender el término calidad en la educación superior universitaria requiere una explicación de las diferentes dimensiones y los ejes fundamentales, desde donde se puede reconocer la calidad de un sistema educativo. Esto implica reconocer que en lugar de un problema teórico, uno se enfrenta con el paradigma de distinguir que la calidad es parte de un ineludible compromiso profesional académico, de poner a disposición de los tomadores de decisiones un marco de acción para lograr la excelencia del proceso educativo. La ponencia tiene como objetivo explicitar con claridad la serie de opciones ideológicas y pedagógicas que enfrenta un tomador de decisiones cuando intenta mejorar la calidad de la educación, para enfrentar los retos del siglo XXI.

El movimiento actual en pro de la elevación de los niveles de calidad de la Educación superior propone, en primer lugar, un esfuerzo clarificador del concepto de calidad y sus implicaciones. La primera aproximación específica a la calidad educativa, además de la permanente y tradicional referencia a una "buena educación", a un "buen plan de estudios" o a una "buena Universidad", corresponde históricamente al periodo de euforia planificadora y desarrollista, centrado en la década de los años sesenta y el concepto es utilizado sin claras connotaciones teóricas.

La calidad se atribuye a la acción de los factores cualitativos, es decir, aquellos elementos que no pueden expresarse cuantitativamente, o presentan serias dificultades a la cuantificación. Estos elementos están relacionados fundamentalmente con los procesos que determinan la llamada Eficacia Interna del Sistema o Calidad de la Educación (Diez Hochleitner, 1969; Beeby, 1970).

La calidad como excelencia implica la superación de altos estándares, está muy vinculada con la concepción tradicional, pero se identifica los componentes de la excelencia. Ésta radica en los insumos y los productos o resultados. Una Universidad que atrae a los mejores estudiantes, los mejores profesores, los mejores recursos físicos y tecnológicos, por su propia naturaleza, es de calidad, es excelente y producirá graduados de alta calidad. El énfasis de esta concepción en los "niveles" de entrada y salida constituye una medida absoluta de la calidad y la noción de "centros de excelencia" se apoya en esta concepción.

Alexander Astin (1990) señala que la excelencia, en este sentido, a menudo es juzgada por la reputación de la institución y el nivel de sus recursos. Ambos elementos se refuerzan, puesto que un alto nivel de recursos respalda la buena reputación institucional, y a la vez que ésta atrae nuevos bienes. Por consiguiente, la excelencia abarca tanto los elementos de entrada al sistema como los de salida y puede ser definida como "hacer bien las cosas adecuadas" donde el nivel de la salida es función del nivel de la entrada. De modo que, cuando se habla de "centros de excelencia" se está utilizando esta noción de calidad excepcional.

Al final, calidad es un concepto filosófico, sus definiciones varían y, en cierta forma reflejan, diferentes perspectivas del individuo y la sociedad. En una sociedad democrática, donde debe existir espacio para que mucha gente piense distinto, no hay una única y correcta definición de calidad y, como es un concepto relativo que depende del individuo que lo utilice. Por eso, es posible que sea definido según un abanico de cualidades. No obstante, se podría tratar de definir los criterios que cada actor interesado utiliza cuando juzga la calidad de una institución. Este enfoque pragmático llama a establecer un conjunto de criterios que reflejen aspectos de calidad de sentido común y busque formas convenientes para cuantificar dicha calidad (sin que estas formas se conviertan en fines).

La caracterización del concepto de "calidad universitaria" requiere superar la tendencia a considerar en sí mismas las características específicas de acuerdo con el contexto, entrada, proceso, producto y propósito de la educación en cada institución y tratar de identificar los rasgos comunes en todas. Parece evidente que si se consideran de alta calidad dos o más instituciones universitarias con culturas y valores diferentes, no es posible vincular la calidad de la educación con los valores, metas y objetivos, programas, formación del profesorado, entre otros, específicos de cada institución. La calidad debe radicar, más allá de estos elementos en que difieren, en alguna característica común a todos ellos. 

En consecuencia, para conceptualizar la calidad de la educación es preciso superar la consideración aislada de las características específicas de los distintos elementos o componentes y centrar la atención en las relaciones entre ellos.

BIBLIOGRAFÍA
  • BALL, S(1987), "Ortodoxia y alternativa, en: La micropolítica de la escuela, Paidós/MEC, Barcelona,pp. 19-44.
  • CONTRERAS DOMINGO, JOSÉ (1994), "El profesor ante el curriculum. Argumentos para la acción" en: Enseñanza, curriculum y profesorado. Akal, Madrid, pp.225-243.·
  • ZABALZA, M (1988), "Evaluación de necesidades" y "Análisis de la situación", en: Diseño y desarrollo curricular, Morata, Madrid, pp.62-82
  • Tünnermann, C. (1996). La educación superior en el umbral del siglo XXI. CRESALC/ UNESCO. Caracas, Venezuela.
  • Valdés, B.L. (1996). Conocimiento es futuro. Hacia la sexta generación de los procesos de calidad. Sexta edición. CONCAMIN, México, D.F.

domingo, 30 de noviembre de 2014

LA RUPTURA DEL ANTIGUO PARADIGMA EDUCACIONAL Y LOS RETOS DE LA EDUCACIÓN POR COMPETENCIAS



“LA RUPTURA DEL ANTIGUO PARADIGMA EDUCACIONAL Y LOS RETOS DE LA EDUCACIÓN POR COMPETENCIAS”

Por Rilda Ludmila Molina Benavides.

El presente artículo se fundamenta en el libro “DISEÑO CURRICULAR” Meza M. (2012).

“El concepto y el uso del término currículo está claramente influido por las diversas corrientes filosóficas, psicológicas y pedagógicas; por los adelantos tecnológicos --especialmente por la incorporación de las tecnologías de la comunicación al proceso enseñanza-aprendizaje--, por la constante transformación y evolución de las sociedades, y por su movilidad cultural. De manera consecuente podemos hablar de un currículo basado en enfoques críticos, institucionales y constructivistas, aunque también en el currículo basado en competencias” Tabon (2013).

La educación basada en competencias representa un reto en la educación superior, pues implica un cambio de paradigma que exige un alto nivel de compromiso a los actores involucrados (diseño curricular, plan de estudios, planta docente, etc.). 

El reto es todavía mayor cuando se busca implementarlas en las aulas del diseño, pues en éstas ha sido difícil la estandarización de los sistemas de evaluación, al estar implicados generalmente con juicios de valoración subjetiva a los que el alumno tiende a apelar para asegurar una buena calificación.

Estamos totalmente de acuerdo con la afirmación de que “La articulación curricular, por más oportuna y acertada que resulte, no será eficaz ni eficiente si no arriba a las aulas o si su instrumentación carece de coherencia con las prácticas docentes. 

Esta situación obliga a propiciar y fortalecer la adecuada relación entre el currículo y la actividad del maestro. Adecuación que sólo será posible a partir de mecanismos pertinentes de formación, actualización y asesoría docente. Así, al emprender la articulación curricular, la búsqueda de pertinencia entre las prácticas docentes y el currículo será asumida como una de las principales tareas a realizar.

Sabemos que las dimensiones de la educación trascienden lo que sucede dentro de los planteles, involucra no solo a las personas que participan del fenómeno de instrucción formal, retoma de cada uno (alumnos, docentes, padres de familia), como hemos visto, el currículum no se reduce a un listado de contenidos, se encuentra también la tarea pedagógica, las actividades escolares y extraescolares, el contexto, y muchos elementos más, que lo impactan, lo queramos o no.

La verdadera transformación social debe ser tejida en el aula, en la transmutación de los pequeños espíritus que nos han sido encomendados. No puede por tanto haber un verdadero cambio social que no se geste en el interior de las aulas, so pena de tener cada vez más una sociedad no educada, lamentablemente, en todos los sentidos. Si estamos conscientes de que algo no está operando bien en la educación.

BIBLIOGRAFÍA

BALL, S(1987), "Ortodoxia y alternativa, en: La micropolítica de la escuela, Paidós/MEC,
Barcelona,pp. 19-44.

CONTRERAS DOMINGO, JOSÉ (1994), "El profesor ante el curriculum. Argumentos para la
acción" en: Enseñanza, curriculum y profesorado. Akal, Madrid, pp.225-243.

ZABALZA, M (1988), "Evaluación de necesidades" y "Análisis de la situación", en: Diseño y
desarrollo curricular, Morata, Madrid, pp.62-82

Análisis y perspectivas de la reforma educativa

Memorias y resolutivos, julio 2013. Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Julio 2013

LA IMPLEMENTACION DE EL DISEÑO CURRICULAR POR COMPETENCIAS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR





“LA IMPLEMENTACION DE EL DISEÑO CURRICULAR POR COMPETENCIAS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR”

Por Rilda Ludmila Molina Benavides.

El presente artículo se fundamenta en el libro “ENFOQUE COMPLEJO POR COMPETENCIAS” Tabon. (2009).

En la bibliografía pedagógica, la noción de currículum o diseño curricular reemplaza al clásico concepto de plan de estudios. El diseño curricular puede ser definido de múltiples maneras, pero a los efectos de clarificar la noción es suficiente con presentar una caracterización general, sin entrar en las discusiones que se plantean al respecto entre los especialistas.

Un currículum es un proyecto educativo vinculado no sólo a una línea político- educativa sino a todo un proyecto socio-político -cultural. 

El diseñado r sabe el porqué de la que se pretende y establece la secuencia de acciones para conseguir los resultados. En tanto es un proyecto educativo, el currícu lum establece cuando menos los principales lineamientos para la organización académica, tanto de la carrera como del establecimiento en el que regirá; presenta, no sólo el plan de materias y sus cargas horarias, sino también los fundamentos teóricos -políticos, educativos, sociales, etcétera- en los que se basa, el perfil del graduado , la organización académica general de la institución; los criterios de enseñanza, y de promoción y evaluación del alumnado.

Debido a que la formación basada en competencias es una perspectiva todavía muy nueva en Bolivia, y que hay académicos que discuten sobre su relevancia, es importante la consideración de este tema en los nuevos diseños curriculares.

El enfoque de las competencias posibilita gestionar la calidad de los procesos de aprendizaje de los estudiantes mediante dos contribuciones: evaluación de la calidad del desempeño y evaluación de la calidad de la formación que brinda la institución educativa. Respecto al primer punto, hay que decir que las competencias formalizan los desempeños que se esperan de las personas y esto permite evaluar la calidad del aprendizaje que se busca con la educación, debido a que toda competencia aporta elementos centrales que están en la línea de la gestión de la calidad, tales como criterios acordados y validados en el contexto social y profesional, identificación de saberes y descripción de evidencias. En segundo lugar, el enfoque de las competencias posibilita una serie de elementos para gestionar la calidad de la formación desde el currículum.

En las pruebas escritas por competencias mediante casos se formulan una o varias preguntas a los estudiantes con base en situaciones problemas del contexto para determinar cómo movilizan sus saberes en los retos que se les plantean (Tobón, 2013).

Es importarte advertir que las PRUEBAS ESCRITAS NO EVALÚAN COMPETENCIAS COMPLETAS, SINO QUE CONTRIBUYEN EN TORNO A SU EVALUACIÓN, MÁS QUE TODO DESDE EL SABER CONOCER. Por lo que se deben complementar con estrategias de evaluación que consideren el desempeño de los estudiantes ante problemas reales o simulados, a partir de proyectos formativos (podemos tomar de ejemplo al CASTOR DE LA PELICULA DONDE EL ACTOR SE EXTRAPOLABA CON SU ALTEREGO).

Como la competencia no es directamente observable, es necesario definir indicadores, tipos de desempeño que permitirán dar cuenta del logro o no de la competencia y del nivel en que la misma ha sido desarrollada. La elección de las informaciones o  indicadores deseables depende de los objetivos y de los proyectos pedagógicos.

Luego se seleccionan las herramientas más adecuadas para obtener las informaciones elegidas, de manera de reunir evidencia suficiente en cantidad y calidad como para hacer juicios razonables y objetivos. Éstos surgen de comparar las informaciones obtenidas con los criterios especificados; es decir, que se compara una imagen de lo real con una imagen de lo deseable (Barbier, 1999, pág. 45).

En cualquier caso, la evaluación de comp etencias no se pondera con una nota –el juicio es "es competente" o "aún no es compet ente"-, y tampoco se emplea el sistema de compensación entre cumplido y no cumplido.

BIBLIOGRAFÍA

BALL, S(1987), "Ortodoxia y alternativa, en: La micropolítica de la escuela,
Paidós/MEC, Barcelona,pp. 19-44. 

CONTRERAS DOMINGO, JOSÉ (1994), "El profesor ante el curriculum. Argumentos para la
acción" en: Enseñanza, curriculum y profesorado. Akal, Madrid, pp.225-243

ZABALZA, M (1988), "Evaluación de necesidades" y "Análisis de la situación", en: Diseño y
desarrollo curricular, Morata, Madrid, pp.62-82 

Tabon. (2009), Enfoque Complejo Por Competencias Papper 

Meza M. (2012).Diseño curricular